“ Hombre, acuérdate de que polvo eres y que al polvo volverás” Génesis: 3- 19

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Memento Mori es un ejercicio de reflexión sobre lo único cierto en la vida: la muerte.

Qué es nuestra vida sino un devenir de muertes de diferente índole: experiencias, relaciones, periodos que finalizan para no volver... Toda nuestra vida está llena de momentos, pequeños o grandes, de muerte... llena de momentos de evolución. No hay evolución sin pequeños finales.

Es fácil y humano olvidarnos de ello, aún siendo algo que está presente en nuestro día a día, en nuestras experiencias personales a lo largo del tiempo.

Memento Mori no es más que una metáfora de esa verdad, una concatenación de imágenes, donde la escala y el comportamiento humano se limita a ser vehícular, un modo de intentar transmitir la sensación de vacuidad que nos genera la muerte, en un entorno abrumador por la dimensión y raro por su naturaleza. La danza pasa a ser el centro de atención en una serie de escenas bitonales que poca confusión pueden acarrear, dejando un mensaje claro en su evolución. Es un ejercicio que en su conjunto no hace más que apuntalar al propio concepto: la muerte es la única verdad.